Alemania, Chequia y Gran Bretaña ya han reaccionado a la noticia de que «inadvertidamente» los coches de Street View, el servicio de Google que ofrece fotografías de las calles de las ciudades, habían recogido datos personales de las redes wifi particulares que captaban. Un abogado alemán ha presentado una demanda en un tribunal de Hamburgo, ciudad donde se halla la sede de la empresa en Alemania. Por su parte, la agencia de protección de datos de este país ha dado a Google hasta el 26 de mayo para que suministre los discos donde ha almacenado los citados datos. Google ha propuesto la destrucción ante testigos de los mismos, pero las autoridades alemanas quieren evaluar qué tipo de información ha recolectado Google.

Ver información completa www.elpais.com