¿Está frenando la Universidad de Zaragoza los programas de innovación docente por su exceso de celo con los datos personales? Esto es lo que se preguntan estos días muchos docentes tras leer una orden enviada por el Rectorado y que prohíbe en cualquier caso y por cualquier motivo la grabación de imágenes de personas -alumnos y terceros ajenos a la institución- hasta que se cree un fichero que permita almacenarlas conforme a los requisitos exigidos por la Agencia Española de Protección de Datos. Esta indicación, que fue enviada por correo electrónico por la gerente Rosa Cisneros, advierte además a todos los docentes de que, en el caso de haber tomado alguna imagen de este tipo, deben destruirla «de inmediato», ya que su conservación puede ser objeto de una sanción disciplinaria.

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