Una de las cosas más comunes cuando nos dan una cuenta de correo electrónico en el la empresa es que comencemos a facilitarla a todos nuestros contactos. De esta forma facilitamos a nuestros amigos, clientes, etc. el estar en contacto con nosotros a través de este medio. Pero, ¿a quién pertenece la cuenta de correo electrónico?, ¿propiedad de la empresa o del trabajador?. Es una vieja cuestión que en mi opinión necesita de mucha formación para usuario y empresarios.

Lo primero que podemos decir que lo mejor es no mezclar el correo electrónico privado con el corporativo. Mantener en distintos planos la vida laboral y la personal es fundamental. También en el correo. Con estas cuestiones entre otras cosas spam. En muchas ocasiones nuestra dirección de correo empresarial acaba filtrada a través del reenvío de un reenvío de correo y a partir de aquí empezamos a recibir correo basura.

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