Los ertzainas pueden acceder a los archivos de la Guardia Civil y Policía Nacional, donde se tratan de identificar miles de pruebas.

Un aspecto clave de la investigación genética desde el plano policial estriba en las garantías de legalidad sobre las pruebas. La aplicación de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal obliga al Departamento vasco de Interior a hacer pública la existencia de bases de datos especiales, entre las que se incluye la correspondiente al ADN, aunque eso sí, sin desvelar su contenido.

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